martes, 23 de septiembre de 2014


                                                 Los Zapatos


Como se sabe son la expresión más pura del poder femenino. Sexi y glamorosos, este estilo de zapatos son para muchas mujeres la mejor arma de seducción; para otras, algo parecido a un objeto de tortura. Sin embargo, nadie puede negar que los stilettos son una referencia en la historia de la moda femenina. Stiletto significa daga, una especie de pica hielo muy afilado, de allí que escogieran este nombre para denominar a los zapatos de tacón muy alto, tan delgados como una aguja y con la punta cubierta de metal. En pocas palabras - utilizados con habilidad- toda una arma blanca, letal y llena de sofisticación.  
zapatos
El stiletto nació en la década de los cincuenta y su diseño se le atribuye a los legendarios fabricantes de zapatos Roger Viver y Charles Jourdan, sin olvidar el notable aporte de los maestros italianos Andrew Perugia y Salvatore Ferragamo. La revolución del stiletto comenzó cuando Vivier se unió al genio creativo de Christian Dior para complementar con sus tacones de vértigo la primera colección del genio francés; los zapatos fueron el complemento perfecto de las célebres faldas y de la nueva figura femenina.    Los zapatos son uno de los accesorios femeninos más atractivos y versátiles de la moda. Hoy en día existen varias versiones del modelo original. Curiosamente, muchos de los que diseñan estos tacones tan altos son hombre, se les hace fácil porque no le dan importancia a un “pequeño detalle” como lo es la comodidad y cuando se les pregunta acerca de este tema lo que siempre sacan a relucir es la parte sensual del stiletto.        

Riesgos de usar tacones altos

La realidad y las estadísticas muestran que las mujeres padecen hasta cuatro veces más problemas en los pies que los hombres y gran parte de estos datos se deben a la utilización de tacones, que cuánto más altos y estrechos sean, más consecuencias ocasionan. Ahora bien, ¿qué sucede en nuestros pies cuando usamos tacones? ¿cuáles son sus riesgos?.
Cuando apoyamos el pie totalmente descalzo en una superficie la parte delantera del mismo, es decir, el metatarso, soporta el 43% del peso corporal con cada paso, mientras que la parte trasera del pie soporta el 57% del peso corporal restante.
Pero veamos qué sucede cuando elevamos el punto de apoyo de la parte trasera del pie, por ejemplo, al usar tacones:
  pie 
Claramente la imagen nos muestra que la balanza se inclina a favor de la parte delantera y contrario a lo que sucede cuando estamos descalzos, con un tacón de 4 centímetros de alto la parte trasera soporta el 43% del peso mientras que la delantera soporta el 57% del peso corporal.
Si elevamos un poco más el tacón a 6 centímetros el peso se distribuye en un 75% para la porción delantera del pie quedando sólo 25% para la zona del calcáneo, si el taco del zapato es de 10 centímetros o más casi la totalidad del peso recae en la delantera del pie.
Este disbalance en la distribución del peso hace que claramente se modifique que la postura general del cuerpo y la primer articulación que sufre es el tobillo, aumentando el riesgo de sufrir un esguince en hasta tres veces respecto al apoyo normal del pie.
Por otro lado, la porción posterior de la pierna debe compensar el peso desplazado hacia adelante y para ello, se contrae y acorta automáticamente, pudiendo provocar contracturas y molestias en gemelos.
   

No hay comentarios.:

Publicar un comentario